Llama notablemente la atención por los marcos de sus puertas, que están
muy servidos de obra. En dicha casa estuvo la Real Aduana, según lo
certificaba un pequeño rótulo medio borrado por la acción del tiempo que
se podía leer en los adornos de la puerta más chica. Desgraciadamente
este rótulo fue robado y privó al público de un importante dato.
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